Historia de El Líbano

Pequeño resumen de la historia de Líbano

La historia de Líbano, en la época antigua, involucra también los territorios de Siria, Palestina e Israel. Recién en la época moderna sus caminos se bifurcan.
Repasemos cada etapa histórica.

La edad antigua

Los hallazgos arqueológicos en las costas de Líbano y de Siria prueban la existencia de asentamientos humanos en el periodo paleolítico. Hacia el año 4000 a.C., la región había desarrollado la metalurgia y la cerámica.

En el año 2500 a.C. los fenicios se establecieron a lo largo de toda la costa; eran un pueblo pacífico y comerciante. Sus ciudades-estado controlaban la mayor parte de lo que es hoy Líbano; sin embargo, nunca se unieron políticamente. Comerciaban con el antiguo Egipto y bajo la influencia de Babilonia se convirtieron en un polo cultural.

Sus ciudades-estado, previas a la polis griega, se unificaron por primera vez bajo el poder de los acadios, procedentes de Mesopotamia.

Sargón de Acad (2334-2279 a.C), durante el tiempo que duró su gobierno, favoreció el desarrollo de esta zona del Mediterráneo.

Por otra parte, hacia el 1500 a.C., Egipto se hizo presente en el territorio. Se expandió hacia el norte tras librarse de unos invasores, los hicsos.

En 1635 a.C. aparecieron los hititas. Procedían de la meseta central, lo que hoy es Anatolia, Turquía. Para el año 1330 a.C. dominaban toda Siria.

Hubo enfrentamientos muy fuertes entre los hititas y los egipcios. En 1284 a.C. hicieron una tregua: Egipto se quedaba en el sur y los hititas con los territorios que comprendían los actuales Siria y Líbano.

Hacia el siglo XIII a.C., los pueblos del mar derrotaron a los hititas. Los arameos, procedentes de los desiertos del sur, se instalaron en la Siria septentrional y en Líbano. Los israelitas ocuparon Canaan. Los pueblos venidos de las islas del Mediterráneo occidental se asentaron en la orilla marítima de Fenicia (la costa del Líbano).

Los fenicios, que durante 1500 años fueron testigos del ir y venir de decenas de pueblos, multiplicaron en esta época la navegación hasta África y España.

Tiro fue el principal estado de la Fenicia independiente y pionera en el comercio marítimo de larga distancia.

Recién en el 867 a.C., Asurnasirpal II, rey de Asiria, dominó las ciudades-estado fenicias, que se rebelaron en numerosas ocasiones contra el pago de los tributos.

A los asirios los derrotó el rey babilonio, Nabucodonosor, y a éste los persas aqueménidas.

Más tarde fue el turno de Alejandro Magno. Tras derrotar a los persas facilitó que sus ejércitos entrasen en Siria y Palestina camino de Egipto. Y cuando él murió, sus generales se repartieron el Imperio.

Todavía antes de Cristo, el Imperio romano ocupó la región. Se abrieron rutas comerciales y se renovaron diversas ciudades como Bosra, Palmira, Apamea, Damasco y Lataquia.

En Palmira reinaba la célebre Zenobia, que supuestamente envenenó a su marido para hacerse con el poder, y retó a Roma al invadir zonas de Siria, Palestina y Egipto.

¿El resultado?

Aureliano la hizo prisionera y destruyó Palmira.

En el 313, el emperador Constantino se convirtió al cristianismo, y en el 330 fundó Constantinopla, capital del Imperio romano de Oriente: el Imperio bizantino.

Pasaron siglos sin cambios drásticos. Primero repelieron el ataque de los persas, que habían logrado conquistar algunas zonas; pero no pudieron hacer nada contra los árabes que se acercaban por el sur.

El islam empezaba a hacerse oír en la región.

La incorporación del islam a la historia de El Líbano

Los árabes, hacia el 638 d.C, se hicieron con todo el poder. Años después, Muawiya fundó la dinastía de los omeyas; se proclamó califa y nombró a Damasco como capital.

Pero en el 750 los abbasíes tomaron el poder y trasladaron la capital a Bagdad. Tuvieron problemas con los fatimíes, que hacia el año 980 conquistaron Palestina y buena parte de Siria.

Fue una época convulsionada, con una sucesión de luchas por el poder y un clima de caos general.

Los cruzados se apoderaron de la región entre el año 1098 y el 1291. Los árabes no pudieron hacerles frente hasta que Nureddín (Nur ed-Dín) unificó los territorios.

Continuó la tarea su sucesor, el famoso Saladino, que sumó otras conquistas importantes como la de Palestina. Pertenecía a la dinastía ayubí, que fue la que trajo prosperidad a Siria.
Más tarde los mamelucos, una casta de esclavos libertos de origen turco, consiguieron expulsar de forma definitiva a los cruzados. Los dirigía el sultán Baybars.

Bajo el mando de Tamerlán repelieron el ataque de los mongoles, que ya habían saqueado ciudades como Alepo y Damasco.

Conoce las ciudades principales de Líbano.

En torno al 1516, la Gran Siria (área que incluía Palestina y Líbano) cayó en manos de los turcos otomanos, que dominaron el territorio durante cuatro siglos, hasta 1918.

En el siglo XIX surgió una oposición muy fuerte: empezaba a florecer el nacionalismo árabe. Y estos signos de independencia lo aprovecharon las potencias extranjeras.

Bajo la promesa de un Estado Árabe, los hicieron luchar —unidos— contra los turcos. Vencieron; pero el lugar del Imperio otomano lo ocuparon las potencias colonialistas.

Las repercusiones de la Primera Guerra Mundial y el mandato francés en Líbano

Tras el hundimiento del Imperio otomano, los árabes eligieron un Congreso Nacional en 1919, con el objetivo de establecer el principio de soberanía.

Resultó incompatible con los intereses franco-británicos, que esperaban por parte de la Liga de las Naciones el mandato sobre Siria y Líbano.
El mandato, poco tiempo después otorgado, estuvo marcado por numerosas revueltas nacionalistas.

Francia empleó la política de “divide y vencerás”; fragmentó el territorio en varias zonas, según las distintas confesiones, etnias y tribus. Fue entonces cuando Líbano se separó de Siria.

Desde la II Guerra Mundial hasta la independencia de Líbano

Los franceses prometían la independencia mientras la escala de violencia iba en aumento. En el medio, se desataba la Segunda Guerra Mundial y Alemania invadía Francia.

Las distintas facciones religiosas y políticas del Líbano se unieron en 1943 para proclamar el Convenio Nacional Libanés. Basándose en los censos de 1932, acordaron que el presidente fuera cristiano maronita, el primer ministro sunní y el portavoz de la Cámara, shiíta.

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En noviembre de 1943, el presidente libanés Bishara al-Khoury promulgó una legislación en la que se borró cualquier referencia a la autoridad francesa en la Constitución.

Los franceses, furiosos, arrestaron al presidente y a los miembros del gabinete. No obstante, los Estados Unidos, Gran Bretaña y los estados árabes apoyaron al Líbano. Francia, ya cercada, comenzó en 1944 el traspaso de poderes y la retirada.

La independencia se proclamó en 1946.

Desde la independencia de Líbano hasta nuestros días

Intentar unir a los grupos enfrentados de Líbano era una tarea costosa. El presidente al-Khoury trató de que funcionara el Convenio Internacional.

Líbano tuvo en esa época muchos problemas políticos y económicos, entre ellos la devaluación del franco francés y la creación del Estado de Israel, lo que supuso la expulsión de unos 750.000 palestinos, muchos de los cuales fueron a parar al sur del Líbano.

La degradación aumentó a partir de 1969. Por un lado, los enfrentamientos entre los cristianos y los musulmanes; por otro, los ataques de Israel en la frontera sur.

Esta situación desembocó, en 1975, en una guerra civil sangrienta entre musulmanes y cristianos. En cada una de estas dos coaliciones subsistían numerosas divergencias. Había distintas facciones de musulmanes y de cristianos. Incluso algunos musulmanes se unían a los cristianos, y algunos cristianos a los musulmanes y palestinos. Otros asumían un rol de mediadores.

En 1982, todavía inmersos en la guerra, Líbano sufrió la ocupación de Israel.

Tras firmarse los Acuerdos de Taif, en 1989, que pusieron fin a la guerra civil, se produjo un último enfrentamiento que acabó con el exilio del líder cristiano antisirio Michel Aoun.

En 1990 se alcanzó, al fin, la paz.

Aun así, se han sucedido asesinatos de importantes personalidades, como la del empresario Rafiq Hariri entre otras, con gran influencia en la sociedad.

Por otro lado, el sur del Líbano estuvo ocupado por Israel hasta el año 2000, cuando tuvo que abandonarlo por los ataques implacables realizados por el grupo islamista Hizbullah. Este grupo de resistencia nacional está formado por chiíes, una etnia que en Líbano siempre ha sido muy pobre y marginada.

Los israelíes respondieron con bombardeos; el último fue en el verano de 2006, en un ataque masivo por todo el territorio libanés.

Las heridas de la guerra civil permanecen hasta hoy. Líbano siempre ha tenido un equilibrio frágil a causa de sus diferentes grupos confesionales. A lo largo de su historia, manos extranjeras sacaron provecho y crearon el caos a conveniencia.

¿Qué queda a día de hoy? Un país que trata de sacar a relucir su historia y atraer en torno a ella al turismo. Conoce qué ver en Líbano.

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