¿Qué ver en Líbano? Descubre cada uno de los atractivos turísticos
En este artículo nos sumergiremos de lleno en todas las cosas que ver en Líbano. ¿O acaso pensabas que el turismo no llegaba hasta estos rincones? Su historia y su cultura atraen a miles de personas.
Hablaremos de los paseos que puedes realizar en cada una de las áreas turísticas.
Sin más vueltas, ¡empecemos!
Contenido
¿Qué ver en Beirut?
La capital es una ciudad atrayente y contradictoria; tal vez a causa de sus contrastes es que atrae tanto. Los primeros asentamientos datan de la Edad de Piedra, aunque no quedan restos arqueológicos tan antiguos.
Durante la guerra civil (1975-1990), Beirut fue el centro del caos; las milicias controlaban los barrios y la ciudad estaba dividida por la denominada «línea verde», que separaba la zona cristiana de la musulmana.
Pero el pueblo libanés se ha levantado una y otra vez de sus desgracias; en un tramo donde antes pasaba la línea ahora hay una famosa zona de copas que invita al encuentro y la integración.
No faltan los que desconfían y tildan a la sociedad de superficial, como si no pudiera —no debiera—, tras una historia reciente dolorosa, cambiar de página y mostrarle la mejor cara a la vida.
Beirut, en este aspecto, se deja ver más que el resto de las ciudades libanesas. Es más palpable. Más abierta. ¿Dónde ir?
El centro turístico gira en torno al barrio Hamra, donde están los principales bancos y hoteles de precio medio y alto, el Ministerio de Turismo, las agencias de viajes, muchas tiendas de ropa, de calzado, e importantes librerías y restaurantes.
En el sur de Hamra está Verdun. En su calle principal, del mismo nombre, hay todo tipo de centros comerciales, apartamentos y tiendas de ropa de alta costura.
Al sudoeste se encuentra el barrio de Raouché, donde se hallan las emblemáticas Rocas de las Palomas (Sajra ar-Rushe), la gran atracción natural que visitar en Beirut. Un mirador al océano. La roca porosa, con forma de arco, emerge del mar y cambia de color durante el atardecer.
Haz la visita en este momento del día; es un sitio perfecto para descansar de tanto subir y bajar escaleras (así es Beirut), con la mirada mansa en el horizonte.
Si sigues por la costa, accedes al campus de la American University of Beirut (AUB), una de las universidades más prestigiosas de Oriente Medio. Tiene un museo propio y la entrada es gratis.
Antes de la guerra, toda esta zona y el barrio de Hamra eran el centro de reunión de intelectuales y artistas liberales.
Hoy, tal vez lo más parecido es pasear por Mar Mikhael, una zona hipster con cafeterías, galerías de arte y tiendas, o La Corniche, el paseo marítimo con vistas al Mediterráneo y a las cumbres del monte Líbano, que tiene desde tiendas modernas hasta recovecos antiguos donde se siguen gestando tertulias. La gente charla, fuma narguile, anda en bicicleta, corre; es uno de esos lugares que tienes que visitar en el Líbano.
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El Down Town o Centre Ville (Centro de la Ciudad) es el centro simbólico de Beirut. Su reconstrucción después de la guerra fue un reto que encabezó el ex primer ministro Rafiq Hariri. Pero su proyecto recibió muchas críticas: que infravaloró el precio del suelo al distribuir las acciones, que antepuso los intereses económicos a los históricos, que transformó el centro en una especie de “Disneylandia”.
Aun así, no podemos dejarlo afuera de las cosas que ver que Beirut. Visítalo para formar tu propio veredicto. Por otro lado, a su alrededor hay lugares históricos para conocer:
- La mezquita al-Omari, construida en el s. XII como iglesia de San Juan Bautista de los Caballeros Hospitalarios.
- La catedral de San Jorge, iglesia maronita de la época de los cruzados.
- Los baños romanos.
- El Cardo Máximo (el yacimiento romano del que sólo queda una parte de la columnata).
- El Gran Serrallo, un edificio de época otomana.
¿Qué ver en Beirut en 4 días?
Tienes tiempo suficiente para dar una vuelta completa por la ciudad. A lo que venimos diciendo, sumemos algunos rincones. Detrás del Down Town se encuentra la Plaza de los Mártires (Sahat ash-Shuhadá). Allí está la mezquita donde reposan los restos del ex primer ministro Rafiq Hariri, asesinado en un atentado. La carpa contigua recuerda que su muerte aún no se ha esclarecido.
Hacia el sudeste está el barrio de Gemmayzeh con bastantes restaurantes y bares, la mayoría en la Rue Gouraud. La estación de autobuses Charles Helou se encuentra cerca. Y hacia el sur está el animado Ashrafiyyeh, con numerosos restaurantes, pubs y bares, casi todos ellos en la Rue Monot.
Cerca de Ashrafiyyeh queda el Museo Nacional de Beirut. Si te gusta la arqueología, anota esta visita entre las actividades que hacer en Líbano. Su colección de objetos es única en el mundo:
- El sarcófago de Ahiram, rey de Biblos, (siglo X a.C.), marcado con inscripciones del alfabeto fenicio.
- Mosaicos históricos.
- Una estatura colosal descubierta en Biblos.
- Sarcófagos encontrados en la necrópolis de Tiro.
- Numerosos objetos de los imperios helenístico, romano y bizantino.
- Objetos de cerámica, joyería y vidriería que perduran de la conquista árabe.
Frente al museo, en la ruta que conduce a Damasco, hay una especie de plazoleta donde se alzan cinco columnas romanas —descubiertas en Beirut en la década de 1940— y un mosaico del siglo V proveniente de una iglesia bizantina situada al sur de la capital.
Y seguimos en Ashrafiyyeh: el Museo de Sursock llama la atención por su fachada, una mezcla de arquitectura árabe e italiana, y por el entorno, rodeado de mansiones otomanas y francesas (de la época del mandato).
El Museo Cilicia, también recomendable, posee una colección de objetos culturales y religiosos armenios.
Por otro lado, en Beirut hay muchísimas galerías de arte, modernas y tradicionales. Consúltanos por Whatsapp ante cualquier inquietud. Recibirás información de primera mano.
Existen muchos más sitios turísticos que visitar en Líbano. Todo sobre ellos, a continuación.
¿Qué ver en los alrededores de Beirut?
Beirut, localizada en el monte Líbano, distrito de Baabda, está rodeada de naturaleza. Un enclave natural formidable es el Nahr al-Kalb (río del Perro), cercado por paredes empinadas que desde la antigüedad se emplearon para hacer emboscadas. Por eso los ejércitos que lograron atravesarlo dejaron constancia escrita a lo largo de todas las épocas.
Las inscripciones están agrupadas en una misma orilla, salvo la de Nabucodonosor II, situada en la otra margen del río. Hay una tablilla rectangular egipcia, la más antigua de todas, e inscripciones asirias, griegas y árabes, entre otras. Aunque algunas están muy dañadas, merece la pena acercarse y conocer.
El río —Nahr al-Kalb— atraviesa la gruta de Jeita, impresionante con sus estalactitas y estalagmitas. La gruta queda a 18 kilómetros de Beirut y es una formación geológica de 9 kilómetros de longitud. ¿Te animas a adentrarte en sus profundidades? Te espera una de las excursiones más fascinantes del viaje.
Siguiendo la línea de la costa, puedes parar en Yunieh, el lugar donde los cristianos ricos se entretenían durante la guerra. Coge el teleférico y disfruta de unas vistas impresionantes mientras subes a lo más alto de la bahía. Allí se encuentra la estatua de la Virgen de Líbano, inmensa, llamada Virgen de Harisa, y a su alrededor se concentran distintas iglesias y templos.
La siguiente parada, imprescindible en cualquier viaje a Líbano, es Biblos (Ybeil), habitada desde el siglo V a.C.
¿Qué ver en Biblos?
Biblos es uno de los sitios clásicos que conocer en Líbano. Se trata de una ciudad encantadora. Su pequeño y antiguo puerto pesquero fue en la antigüedad el centro del comercio mundial. ¿Qué visitar?
- Las torres de defensa: son de la época de los cruzados.
- Las ruinas: hablan de la historia de toda la región.
- El castillo cruzado del siglo XII, construido con bloques enormes de piedra. Éste es el ingreso a las ruinas.
- Las murallas. Rodean una parte de Biblos y llegan hasta el “barrio” medieval. Puedes dar un paseo al amparo de los jardines de las casas, el zoco renovado y la Iglesia de San Juan Bautista, llamativa por su estilo románico.
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¿Qué hacer en los alrededores de Biblos?
Aprovecha las distancias cortas para ir de un lugar a otro de Líbano. Unos kilómetros al norte hay una pequeña ciudad maronita, muy tranquila, llamada Batrun. Puedes incluirla en un itinerario de 7 días por Líbano. Pasea por el puerto viejo, conoce el pequeño zoco y las casas otomanas bien conservadas.
También puedes ver los restos de un teatro romano, que yacen en el jardín de una casa privada.
Muy cerca, a unos 3 kilómetros, se halla el castillo de al-Musaylaha, que protegía en la antigüedad la ruta entre Beirut y Trípoli.
Las ciudades de Metn y Kesrawan se destacan.
Metn es una ciudad con vistas espléndidas al Mediterráneo; cada verano recibe la visita de la clase media libanesa que huye del calor sofocante de la capital.
Kesrawan queda en el corazón del monte Líbano. Tiene fantásticos miradores y pistas de esquí. Otras estaciones de esquí famosas son Qanat Bakish, Zaarur, Faraya y Faqra.
Si prefieres viajar por sitios menos concurridos, en Beit-Mery hay ruinas y pequeños templos romanos.
Los paisajes deslumbran por todos lados, sobre todo en la cima del Yebel Sannin, y en el Valle de Adonis, atravesado por el río del mismo nombre en su camino hacia el mar. Es un lugar célebre y enigmático por las leyendas antiguas que se ciernen sobre él.
¿Qué ver en Trípoli?
Trípoli (Tarabulus) es la segunda ciudad más grande de Líbano, famosa por su arquitectura mameluca. Tiene numerosos edificios históricos y zocos medievales.
Se puede dividir en dos partes:
- La zona concerniente a la ciudad moderna y antigua.
- El área que engloba el puerto (al-Mina).
La zona portuaria permite dar un paseo muy agradable: hay comercios, restaurantes y cafés embebidos en la atmósfera del mar.
Los sitios a visitar son la Torre del León (Bury as-Sabaa), una fortificación mameluca del siglo XV (entrada gratuita), y las Islas de la Palma, una reserva natural a la que se accede con una embarcación.
Pero si vas un día, ¿qué visitar en Trípoli sí o sí? El zoco. El mejor ejemplo de arquitectura mameluca. Está ubicado en la Ciudad Antigua; muchos de sus edificios y calles son de los siglos XIV y XV. Destacan:
- La Ciudadela de Raimundo de Saint-Gilles, que domina por completo la ciudad.
- Distintas madrasas (escuelas coránicas), algunas todavía en uso.
- Mezquitas; la más importante es la Gran Mezquita de Trípoli, del año 1294.
- Al lado está la madrasa más importante, la Madrasa al-Qartawiyya.
- Los famosos hammams (baños turcos), algunos de los cuales pertenecen al siglo XIII, como el hammam an-Nuri. Hay uno solo en funcionamiento, el hammam el-Abed, donde todavía es posible disfrutar de un baño turco auténtico.
- Los caravasares (edificios que servían de albergue a las caravanas que entraban en la ciudad).
¿Qué ver en las afueras de Trípoli?
Al este sorprende el Valle de Qadisha, famoso por tener tantos pueblos que visitar. Si buscas algo diferente, este es uno de los grandes lugares que ver en el Líbano. Tiene belleza natural, paisajes impactantes e historia. Puedes conocer un sinfín de monasterios y grutas.
El Valle de Qadisha fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Destacan La reserva natural forestal de Horsh Ehden, que posee uno de los mayores bosques de cedros de Líbano y el 40% de la flora del país, y el pueblo de Bisharri, célebre por ser el lugar de nacimiento del escritor Gibrán Khalil Gibrán, y bastión de la falange cristiana maronita.
Puedes visitar el museo dedicado al poeta, instalado en el monasterio del siglo XIX donde fue enterrado. Muy cerca hay un sendero que conduce a la gruta de Nuestra Señora de Lourdes y a una tumba fenicia.
A 7 kilómetros, si quieres adentrarte más, hay una gruta profunda muy interesante: la gruta de Qadisha.
Para terminar, al fondo del valle yacen numerosos pueblecitos, monasterios, santuarios y grutas, en honor a diferentes santos locales. Los enclaves naturales son preciosos.
Te recomendamos visitar el Monasterio de San Eliseo (Deir Mar Shaia) por su belleza y por su historia: aquí se fundó la orden maronita libanesa, la primera en ser reconocida oficialmente por la Iglesia Católica Romana.
¿Qué conocer en el valle de la Bekaa?
¿Dónde ir en Líbano más allá de los sitios turísticos más conocidos?
Zahle es una ciudad católica griega con un gran número de casas otomanas. Te puede servir como base de operaciones para visitar los distintos lugares del valle.
No muy lejos de la frontera con Siria está la población armenia de Aanyar, fundada por refugiados procedentes de Turquía. La principal atracción son las ruinas de la gran ciudad omeya, muy bien conservadas y declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Una parada ineludible es Baalbek; para muchos, uno de los sitios que debes ver en Líbano en 3 días. Contiene el yacimiento arqueológico romano más impresionante del país y uno de los más importantes de Oriente Medio.
Tiene templos formidables como el de Júpiter, el de Baco y el de Venus. Te recomendamos visitarlo al atardecer.
Baalbeck, que nació como asentamiento fenicio a finales del siglo III a.C., es el centro administrativo del norte del Valle de la Bekaa, pero también bastión de Hezbullah.
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¿Qué ver en las montañas del Chouf?
Se trata de una zona drusa con una larga historia en su haber. A comienzos del siglo XVII, el gobernador druso y héroe nacionalista Fahr ed-Din unió los distintos feudos (dando origen a lo que hoy es Líbano) y fomentó el desarrollo de la tierra.
En aquel entonces, la capital era Deir el-Qamar. ¿Te gustaría conocerla? Anota estos lugares turísticos del Líbano pero poco frecuentados:
- La Mezquita del emir Fahr ed-Din al-Maani.
- El palacio de Fahr ed-Din.
- El caravasar de la seda.
- La residencia del emir Yusef Shehab, del siglo XVIII.
- La iglesia de Saidat at-Tala, donde se unen símbolos paganos y cristianos.
- El peculiar castillo de Musa.
Otro pueblo inmerso en el Chouf es Beit ed-Din, cuyo palacio, que mezcla la arquitectura tradicional árabe y el barroco italiano, fue la fortaleza del emir Bashar, gobernador de la zona durante el siglo XVIII.
En 1930 se lo declaró monumento histórico, y años después, tras la independencia, trajeron desde Estambul los restos del emir Bashar y el palacio funcionó como residencia oficial de verano del presidente.
En la actualidad alberga varios museos. Destaca una exposición dedicada al líder druso Kamal Yumblat, asesinado en 1977, miembro de una de las familias drusas más influyentes de Líbano.
El otro rincón imperdible del Chouf es la Reserva de Cedros, que ocupa, de los 3 espacios naturales protegidos del Líbano, la mayor superficie. Protege árboles con más de 2 mil años y numerosas especies de animales y plantas. Puedes hacer recorridos a pie, en bicicleta o con raquetas de nieve.
¿Qué visitar al sur del Líbano?
Aunque esta zona siempre ha sido muy castigada, tanto en la guerra civil como en la ocupación israelí, el trayecto es de lo más agradable, pegado a la costa, con los huertos de naranjos y limoneros a los costados.
La primera ciudad que se aparece en el camino es la pequeña y portuaria Sidón (Saida), una de las ciudades de Líbano con más encanto. Tiene al menos 6 mil años de historia; en época de los fenicios era rica y famosa. ¿Qué conocer?
- El llamativo castillo del Mar (Qalaat al-Bahr), de la época de los cruzados, ubicado sobre una pequeña isla que conecta con tierra mediante un puente.
- Mezquitas muy bellas, como la Gran Mezquita y la mezquita Bab al-Saray, la más antigua de Sidón.
- Los antiguos zocos abovedados en el corazón de la ciudad.
- Los caravasares; el más famoso y mejor conservado: Jan al-Frany, construido por Fahr ed-Din en el siglo XVII.
- Los distintos baños turcos.
- El Museo del Jabón, en el interior del zoco, que explica su historia y los utensilios necesarios para su fabricación.
- El templo Eshmon. Queda en un enclave idílico, en las afueras de Sidón.
La segunda ciudad que surge en este recorrido es Tiro (Sur), con una mayoría de población chií, como ocurre en gran parte del sur del país. Sus orígenes se remontan al tercer milenio antes de Cristo; se piensa que los pobladores de Sidón la fundaron para tener otro puerto.
La parte antigua se encuentra en la pequeña península que se introduce en el mar. Yendo por la costa accedes al puerto, pintoresco con sus barcos coloridos y los zocos otomanos. Detrás se encuentra el barrio cristiano, de calles estrechas, y más al fondo las ruinas arqueológicas, por las que se ha declarado a Tiro Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Las ruinas se dividen en tres partes:
- Las de al-Mina, de época romana y bizantina. Las más visitadas.
- Las de al-Bass, que albergan el hipódromo romano mayor y mejor conservado del mundo.
- Y las ruinas medievales en el centro.
En las afueras de Tiro está el Castillo de Beaufort (Qalaat al-Shaquif), emplazado en una de las cordilleras más altas de la región. Las vistas panorámicas deslumbran. Su valor estratégico motivó innumerables intentos de conquista; el último fue reciente: el ejército israelí lo ocupó 20 años.
Hasta aquí llegamos. Ya sabes qué ver en Líbano. ¿Te animas con el itinerario? Contáctanos. Tenemos más de 20 años de experiencia realizando circuitos tradicionales y de vanguardia por Medio Oriente.